Anónimo
Siglos XIV-XV
Tablilla de fondo rojo salpicado de pequeños apuntes en blanco. Prácticamente todo el espacio está ocupado por un dragón alado de tonalidades verdosas, con actitud feroz, cabeza torsionada y cola enroscada. Las orejas y la cola sobresalen algo del fondo, hacia los márgenes no pintados previstos para el encaje de la pieza, probablemente acusando el instinto del pintor a la hora de rematar las formas del animal. La pieza presenta claras limitaciones en el dibujo, a pesar de cierta intención volumétrica manifestada mediante una serie de pinceladas de trazo muy lineal.
El dragón es una de las bestias medievales más emblemáticas y durante la Edad Media adopta la forma monstruosa popularmente más conocida; antes se representaba más bien como una enorme serpiente, bestia que de hecho comparte su naturaleza maligna. En los bestiarios medievales se explica que la fuerza del dragón no está en sus dientes sino en la cola, que utiliza para asfixiar a sus víctimas, signo de la mentira diabólica. Este tipo de representaciones animalísticas, que a menudo hibridan la realidad con lo imaginario, se encuentran con frecuencia en los artesonados del área meridional francesa y catalana, a veces como motivos simplemente decorativos, en determinados contextos con valores simbólicos similares a lo expresado. Al no conocer su procedencia, cualquier especulación en este sentido resulta arriesgada; sólo sabemos que el objeto ingresó en el MEV en 1919.
Judit Verdaguer Serrat, Marc Sureda Jubany
Sala22 ,Planta2
18 Piel
19 Orfebrería y artes del metal
20 Forja
21 Cerámica
22 Galerías de estudio
Cataluña
Siglos XIV-XV
Pintura al temple sobre madera
22,3 x 36 cm
Procedencia desconocida
MEV 5997