Anónimo
Siglo XI
Lipsanoteca en dos piezas: la caja tiene forma de bloque cúbico y la tapa toma una forma piramidal a cuatro vertientes. Ambas piezas fueron decoradas con incisiones paralelas a las aristas con la voluntad de animar y embellecer las superficies lisas del objeto. Según la documentación del museo procede de algún lugar del obispado de Urgell. La mayoría de lipsanotecas medievales catalanas conocidas son de madera, torneadas o simplemente talladas de manera más o menos cuidada, a menudo con tapadora deslizante; otras consisten en objetos de cristal exótico aprovechados después de usos anteriores y otras pocas son de metal, aún menos si es precioso. Algunas otras, no muchas, son de piedra, como la que nos ocupa. El conjunto más célebre de lipsanotecas catalanas de este tipo lo forman siete cajitas de alabastro en forma de arqueta a dos vertientes, de las que dos se hallan en el museo (MEV 3964 Y 6737), que se han relacionado simbólicamente con la forma de los relicarios, pero también de los sepulcros. Este ejemplo, en cambio, forma parte de otro grupo de lipsanotecas de materiales duros con formas diferentes, como la cilíndrica y tallada de Santa Maria de Lillet (Museu de Manresa), las paralelepipédicas con tapa de piedra o de madera de Lladó y de Bestracà (Md’A de Girona) o incluso otras de estuco, como la de Vivers, en el Rosellón. Con distintos grados de habilidad técnica o de intención decorativa (MEV 8960 se sitúa en un espectro medio, en este sentido), las lipsanotecas fabricadas en materiales duros generalmente indican un cuidado a la hora de depositar las sagradas reliquias un poco superior al que delatan la mayoría de los ejemplos de madera.
Marc Sureda Jubany
Sala4 ,Planta0
4 Románico
5-6-7-8 Gótico
Cataluña
Siglo XI
Mármol
8,5 x 7,5 x 5,5 cm (sin tapa); 3,7 cm (tapa)
Procedente de la diócesis de Urgell
MEV 8960